Hoy, más de 100.000 personas protestaron en las calles de Rangún sumándose a la protesta más importante en las últimas dos décadas iniciada hace una semana por los monjes budistas contra la junta militar en el poder para que no se realice aumentos en combustibles y el transporte público.
Las fuerzas del orden birmanas mataron ayer al menos nueve personas durante la represión de las manifestaciones contra el régimen militar. Durante la noche pasada, el ejército asaltó varios monasterios y arrestó a cientos de monjes budistas.
Estas son las protestas más grandes en Myanmar desde 1988, cuando una repentina devaluación de la moneda, debido a una superstición del entonces dictador, desató enormes movilizaciones y una brutal represión que dejó cerca de 3.000 muertos.